viernes, 27 de agosto de 2010

La decisión

Una vez despachado el Elemental de Tierra anciano, los héroes huyeron del Atrio Exterior porque una Esfera de Aniquilación se les venía encima...

Ya en la ciudad, dispuestos a comprar objetos mágicos y mejorar los existentes, fueron llamados a la presencia de Javier.

Cojeaba ligeramente. Unas enormes ojeras le adornaban la parte alta de los pómulos y andaba de un lado para otro dando órdenes a mensajeros que llegaban incesantemente.

Levantó la mirada cuando entraron. Se acercó a una mesa pequeña y rústica, con sillas bajas sin respaldo y les invitó a sentarse.

Una vez todos se sentaron, salvo Hódor que se había quedado en el patio, les habló con voz cansada pero con el deje autoritario de quien ha pasado media vida al mando:

- Señores, les seré franco. Tengo gente observándoles desde que se fueron, y están, perdón, estamos muy sorprendidos de cómo derrotaron a ese dragón rojo y al elemental anciano. Toda una hazaña, merecen mi respeto.

Hizo una pausa, para beber un trago, y continuó con un tono más severo:

- Mas estoy realmente preocupado. La integridad de su grupo se ha visto comprometida en los últimos días debido a unas botas que, a mi parecer, están malditas. Según su versión de los hechos, la cual creo cada vez con más vehemencia, esas botas de invisibilidad mejorada salieron de un altar de culto a Tharizdun.

Parecía inquieto. De hecho, se levantó y dio varios paseos, como si sopesara algo en su mente.

- Tengo a la mitad del ejército de la ciudad casi llegando a Hommlet. Los que están ya allí se ven constantemente rodeados en escaramuzas y contactos. La villa ha sido tomada por una horda de trasgoides y goblinoides, usando gigantes de piedra y trolls como asedio. Les debe dirigir alguien, pues se mueven con cierta disciplina.

Su tono bajó de intensidad:

- Elmo, el capitán de la guardia, un gran amigo, fue suplantado por un impostor, probablemente un Droppelanger o un Rakasha, llevando a la milicia de Hommlet y a algunos de sus mejores combatientes a una trampa muy bien urdida. En muy poco tiempo, Burne y Rufus se tuvieron que teleportar hasta aquí, pues no tenían medios para defender el castillo por sí mismos.

Se detuvo, para mirar fijamente a sus invitados:

- La mayoría de la población fue asesinada. Muy pocos fueron tomados como rehenes.

De repente, sonrió y añadió:

- No obstante, en una maniobra de infiltración conseguimos que vuestro amigo Chen-Li y unos cuantos más liberaran a la canonesa Y'Dey de su templo, que estaba rodeado y en sus últimas. Clérigos como ella quedan pocos.

Volvió a la mesa y acercó un mapa de los alrededores de Hommlet:

- Intentaremos retomar Hommlet porque es el punto estratégico de la zona. No puedo asediar o ayudar a entrar en el Templo del Mal Elemental sin antes poseer Hommlet. El resto de zonas son bosques, muy peligrosos para asentar un campamento de guerra.

- Su trabajo sigue siendo matar a Hedrack y traer su cadáver, para dificultar los intentos de resurreción. Y por supuesto, redimir al Príncipe Thrommel con un estacazo al corazón, recuperando sus objetos más significativos.

- Ahora bien, han de decidir qué hacer con esas botas. En malas malos, y no me refiero a ustedes sino a alguien del enemigo, serían un gran problema. Dejen que les proponga algunas alternativas:

- Primero, podrían venderlas a algún comerciante de la ciudad. Con una buena tasación supongo que podrán recuperar algo más de la mitad de su precio, acercándose a las 40 mil piezas de oro.

- Segundo, podrían dármelas ahora para que las vendamos a 25 mil piezas de oro y equipemos correctamente a la señorita Y'Dey, que está deseosa de acompañarles. Es una clériga de nivel 10, con mucha experiencia.

- Tercero, podrían dármelas ahora para que las desencantemos y con su poder mágico nuestros mejores herreros fabriquen el arma definitiva, la que podría cambiar el curso de la guerra. Éstas armas suelen tardar un mes en fabricarse en condiciones normales, pero contamos con muchísimos voluntarios. Se trataría de un arma cuerpo a cuerpo con un bonus de mejora de +4 y con la cualidad Azote de Elementales.
Ésta superaría la resistencia al daño de los príncipes malignos: Imix y Yan-C-Bin y les daría donde más les duele. En una semana estaría disponible.

- Cuarto, pueden seguir con ellas, a pesar de saber que son un caramelo y ustedes se van a meter en el peor de los colegios.

- Les dejaré un momento para que lo mediten...

6 comentarios:

  1. Ha perdido todo el respeto que tenía hacia él llamándonos de ustedes...¬¬

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  2. ¿Qué otra cosa podría decir un semiorco que se cayó de la cama? :P

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  3. Primero: 40k no está mal, yo creo que es una opción más o menos viable aunque deja mal sabor de boca.

    Segundo: Tener un compañero más no está mal y más siendo clérigo. No es una mala opción aunque para el desarrollo de la aventura va a ser un poco caótico porque acabará dejándose guiar en todo por Hódor, con escasos consejos de una o dos personas más, pudiendo llegar a ser un punto de origen de discusiones.

    Tercero:¿Entregar nuestro objeto por otro al que se le llama definitivo? Esto no tiene lógica. El que tenemos nosotros es más definitivo.

    Cuarto: Ésto es una amenaza en toda regla. Prefiero hacer algo de lo de arriba sabiendo que, si no, seremos inevitablemente atracados. XD

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  4. una espada cuerpo a cuerpo +4, azota elementales??
    bfff... intuyo que ya no van a salir mas elementales en toda la partida, sino el DM no nos daria nunca un arma asi... y lo de superar el daño contra los principes... por favor... en teoria no deberiamo luchar contra ellos...
    pero soy un enano, asi que me la quedaria a cambio de unas botas si o si...

    El cuanto al compañero nuevo... es evidente que necesitamos a un clerigo... pero siempre esta la posibilidad de que el DM llegue y se la lleve o que centre todos sus ataques en ella, para variar...

    Pero solo digo una cosa...
    ES INJUSTO QUE USES OBJETOS CONTRA NOSOTROS QUE DESPUES NOSOTROS NO PODAMOS USAR!!! xDDDD

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  5. El pensamiento metalúdico.

    "Supongo que debe haber una palanca al otro lado del pozo que desactive la trampa", dice un jugador a los demás, "porque el DM nunca crearía una trampa que no pudiéramos desactivar de algún modo". Éste es un ejemplo de pensamiento metalúdico. Cada vez que los jugadores basen las acciones de sus personajes en razonamientos que dependan del hecho que están jugando a un juego, están usando pensamiento metalúdico, que por supuesto debe desaconsejarse, ya que elimina la propia esencia de juego de rol y estropea la p redisposición de los jugadores a ser crédulos.

    Una respuesta apropiada de un personaje inteligente debería ser: "me imagino que debe haber una palanca al otro lado del pozo que desactive la trampa porque los gnomos que la construyeron debieron prever algún modo de desactivarla".

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    Recientemente varios jugadores han hecho uso de un indiscriminado pensamiento metalúdico. Es más, han pasado a pensar que el DM es el mal. Error. El DM es esa personilla que se pasa tardes y tardes previas a una quedada preparando una sesión de varias horas. El DM es el arbitro, juez y responsable de que la partida se desarrolle de la forma más entretenida, divertida y dinámica posible. Su éxito radica en ello. Su diversión se resume a que la partida sea divertida para todo el mundo. Ahi está su recompensa.

    El DM, además, debe generar un mundo creíble y, al igual que un jugador encarna a un paladín, el DM debe encarnar o rolear a todo ser viviente que los jugadores se encuentren, sean del alineamiento que sean. El DM puede verse inmerso en una guerra donde maneja a ambos bandos, con el hándicap de que sale todo de su cabeza, no tan desarrollada como se cree.
    Yo soy Hedrack y soy Javier, soy los drows y soy la canonesa Y'Dey, soy Imix y soy Yan-C-Bin, soy el Primero, el Segundo y la Tercera, soy los dos atrios, soy cada habitante de Hommlet. Aunque parezca imposible, llevo las vidas y las ambiciones de todos ellos. Conozco su papel y cómo se comportarán ante ciertas situaciones.

    En resumen. Quedamos para jugar varias horas. Para 2 horas de juego yo preparo en mi casa unas 10 o 12 esa semana. Por favor, lo último que quiero es que penséis que quiero destruir la partida y/o a sus integrantes. No tiene sentido. Lo que sucede es que gran parte del tiempo mi papel a interpretar es el de malo, pero igual que los actores, nadie condenará a Arnold Swartzeneger por su papel de robot asesino en Terminator.

    Recordad, quedamos para divertirnos.

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  6. Pues vaya. Parece una afección psicológica que puede traumatizar al máster y que, en mi caso, ni me había planteado que pudiera suceder. Desde mi punto de vista siento haber ofendido de alguna manera a Antonio.

    De todos modos, yo creo que este pensamiento sucede por cómo fluye la comunicación fuera de la partida y no es responsabilidad exclusiva de los jugadores. Hemos desarrollado una comunicación donde Antonio expresa sus actos de máster como decisiones que él toma y por muy inteligentes que seamos, es un lastre psicológico.

    Creo que si hubiese leído directamente lo que Javier nos comenta en el blog antes de que Antonio lo hubiera dicho como amigo mientras lo pensaba, hubiese sido más fácil aceptar la situación. No se me puede pedir en esa situación que piense que es Javier el que me lo dice, porque fue Antonio haciendo de Antonio. XD

    Con esto no quiero decir que a partir de ahora rolee todo lo que concierne a la aventura, pero sí quiero pedir paciencia con cualquier fallo psicológico que los jugadores puedan tener en este sentido. Y más, teniendo en cuenta que todas las cosas que exigen es por y para sobrevivir dentro del juego: la más innata de las acciones humanas.

    Mis disculpas igualmente por lo que me afecta.

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