Allí conocieron a Kacdaninymila, abreviando Kac, un noble y coleccionista, que charló con ellos sobre lo acontecido en el Templo de la Consunción Total. Tras mostrarles a sus pura sangre, les invitó a una cena con el alto mando. Tras esta, expuso el plan para la noche siguiente.
Esto es lo que ellos escucharon:
Como todos sabemos, a unas cuantas millas al nor-este, se encuentra el TME. A su alrededor, tanto dentro como fuera de sus murallas se han asentado cientos de criaturas malignas, según nuestros espías. Parece ser que esperan algo, imagino que la orden de alguien importante, alguien a quien temen y adoran al mismo tiempo.
Desde la reconquista de Hommlet, su moral estará baja, con lo que un ataque demoledor les pondría en fuga. El problema es que no se puede llegar hasta allí sin atravesar el bosque, o al menos bordearlo, con lo que las columnas de soldados correrían peligro. Las tropas de Furyioendía todavía tardarán días en llegar por el norte, donde sí podrían trabarles.
Al menos, desde aquí es posible vigilar sus movimientos, y en caso de que marchen a la guerra hacia Verbobonc, los interceptaremos.
Así pues, como se nos acaba el tiempo, enviaremos a un grupo de élite al corazón del Templo, para que una vez dentro, tengamos capacidad de usar el teletransporte de forma segura.
Ése grupo sois vosotros. Cabalgaréis a lomos del séquito de Kac y sobrevolaréis el contingente enemigo, para finalmente saltar frente a las puertas del Templo e irrumpir...
Espera, espera, ¿has dicho sobrevolar?
Sí, claro, volar por encima del enemigo.
¿A qué vienen esas caras? ¿Hay algo que no entendáis?
Kac se ríe a mandíbula batiente.
¡Maldita sea Kac! ¡Creo que ya son de suficiente confianza como para decirles que sois dragones de oro! Y yo que pensaba que me había explicado mal... Irrumpiréis en el Templo y buscaréis la forma de acceder a los subterráneos.
Pero eso no es todo. Para asegurar que abrís brecha una vez dentro, nuestros clérigos están preparando un conjuro muy poderoso que nos proporcionará un aliado sin igual, que estará encantado de ayudarnos.
Si todo sale como está previsto, mañana tras anochecer llamaremos a Hashtor, un canarconte heroico, paladín de nivel 11 (VD 16), el cual, a lomos de Kac (VD 14), abrirá brecha entre el ejército del mal. El resto, montados en el séquito de Kac (VD9) en formación en V, les seguirá, tratando de sufrir las menores heridas posibles.
Con su aura de presencia pavorosa, el pánico cundirá entre sus filas y pocos podrán responder a vuestra incursión, pero debéis llevar a cabo una misión, y salvaguardaros es lo más importante. Habrá montones de jinetes de aracnófagos, así que cuidado.
Una vez en la puerta, descabalgaréis todos y entraréis al Templo en sí. Kac y el resto de los dragones se quedarán diezmando las filas enemigas. En cuanto el enemigo se reorganice y presente batalla, se volverán para acá. Para ese entonces, habrán cubierto vuestras espaldas y solo tendréis que pelear hacia delante.
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